En el municipio de Vega de Espinareda, ubicado en el Bierzo, se encuentra un tesoro arqueológico fascinante en la localidad de Sésamo, en Peña Piñera. Se trata de los restos de pinturas esquemáticas, que se remontan a la época post-neolítica y representan un enigma cultural de la región. Peña Piñera, un sitio de relevancia para el arte rupestre, se encuentra estratégicamente ubicado en una zona de transición entre la extensa Meseta, Galicia y tierras de Asturias.
Aunque estas antiquísimas pinturas ya eran conocidas por las comunidades locales desde hace generaciones, no fue hasta la primavera del año 1982 cuando finalmente captaron la atención. En julio de ese mismo año, se confirmó y validó la autenticidad de este valioso hallazgo pictórico, otorgándole un lugar especial en la historia cultural del Bierzo.
Sésamo, el enclave donde estas representaciones artísticas se encuentran, a una altitud aproximada de 630 metros sobre el nivel del mar. Su cercanía al río Cúa, cuyas aguas han acariciado sus tierras, aporta un toque idílico al paisaje que enmarca estas antiquísimas pinturas rupestres.
Las pinturas rupestres de Peña Piñera, aunque su cronología es algo difusa, los expertos estiman que estas obras de arte datan desde la época Calcolítica hasta la Edad de Hierro, abarcando un arco temporal de aproximadamente entre 5.000 y 2.000 años de antigüedad.
El estilo esquemático de estas pinturas se caracteriza por trazos rápidos y básicos. A pesar de la simplicidad de las representaciones, las figuras ejercen un atractivo magnético, invitando a los espectadores a sumergirse en un viaje hacia el pasado, descifrando los mensajes codificados por aquellos antiguos artistas prehistóricos.
El ocre, en diversas gamas, es el color dominante utilizado en estas pinturas. Sus tonalidades cálidas evocan un sentido de la conexión con la naturaleza y con las fuerzas primordiales que moldearon la vida en aquellos remotos tiempos.
Entre las figuras que adornan la Peña Piñeira de Sésamo, se pueden distinguir diferentes temáticas. Los antropomorfos, representaciones esquemáticas de figuras humanas, algunas completas y otras fragmentadas, capturan la esencia de la humanidad primitiva. Asimismo, las figuras zoomorfas, que se pueden catalogar como cánidos, cápridos o cérvidos.. Además, se encuentran figuras geométricas y representaciones no figurativas, como motivos vegetales, trazos verticales y signos diversos, que evocan la expresión artística más abstracta de nuestros ancestros.
Cada trazo en la roca, cada figura esquemática, nos permite vislumbrar la vida y la cultura de aquellos antiguos habitantes del Bierzo. Estas pinturas rupestres, más allá de ser meras representaciones artísticas, constituyen un puente temporal que nos conecta con nuestros antepasados y nos invita a reflexionar sobre nuestro propio legado cultural.
Al visitar Peña Piñera en Sésamo, es imposible no sentir el peso de la historia y la inmensidad del tiempo que ha transcurrido.
Pinturas rupestres de Pico Piñera