Os Maios de Villafranca, una tradición única que lleva siendo Bien de Interés Turístico Provincial desde 2008 procedente de un pueblo, se trata de Villafranca del Bierzo.
Villafranca del Bierzo forma parte del Camino de Santiago, más concretamente del francés y está regado por las aguas del Burbia y el Valcarce. Además, cuenta con la iglesia románica de Santiago y su Puerta del Perdón, donde anteriormente se expedían los pecados a aquellos peregrinos que no podían continuar el camino.
La tradición de Os Maios de Villafranca de clara influencia gallega se celebra el 1 de mayo. Una celebración ancestral que marca el “florecer” de las cosechas y el despertar de la primavera. Es fácil darse cuenta de las numerosas referencias de este culto a los espíritus arbóreos, para pedir por la fertilidad y cosechas, desde el Neolítico hasta nuestro siglo.
¿Pero en qué consiste?
A primera hora de la mañana, los participantes recogen ramas llamadas “cañaveiras”, que se utilizan en la celebración. Se visten con trajes hechos de ramas, hojas y flores, simulando árboles en flor, los denominados Maios.
Una vez convertidos, recorren las calles cantando canciones bajo los balcones pidiendo castañas. El momento más importante de esta fiesta es cuando los Maios se reúnen en la plaza mayor y se tienden en el suelo esperando que alguien se acerque y le recite la fórmula que da inicio a un nuevo ciclo natural de producción.
Canción tradicional de los Maios: Uno de los versos que se canta durante la celebración es: “Levántate maio, bastante durmiche, pasou un burro e non o sentiche” (“Levántate mayo, ya has dormido bastante, pasó un burro y no lo oíste”).
Los “Maios” simbolizan la conexión entre la naturaleza y la prosperidad. Se cree que su presencia trae buena suerte y abundancia para los campos y cultivos.
Ahora además de castañas también tiran caramelos, monedas… un poco de todo. Aquellos que dan a los Maios, se lo agradecen llamándolos doncella o caballero y lo que no dan se les señala de roñosos.