La cuenca minera de Fabero, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Conjunto Etnológico. La Cuenca Minera de Fabero, se configura de este modo como un relevante documento patrimonial en la historia de la comarca de El Bierzo y de la Comunidad de Castilla y León, interesante ejemplo de desarrollo evolutivo del Patrimonio Industrial a lo largo del siglo XX, que ha sido preservado como parte de nuestra memoria histórica.
La cuenca minera de Fabero, en la provincia de León, surge históricamente a raíz del aprovechamiento de un sustrato geológico excepcional y favorable para la obtención del carbón de antracita, a partir de dos grandes cubetas elípticas, con eje este – oeste y cuyo centro se sitúa entre los ríos Cúa y Sil.
La declaración de Bien de Interés Cultural trata de valorar y proteger este sistema patrimonial en su conjunto. No obstante, se singularizan y delimitan aquellos elementos nodales de mayor interés. Un Conjunto Etnológico integrado por un gran número de enclaves de evidente interés patrimonial que se ubican dispersos por el territorio, conformando un sistema de alto valor patrimonial.
POZO VIEJO
Ubicado en el Lillo del Bierzo, se trata de un grupo minero de extracción vertical que estuvo en funcionamiento desde los primeros años del S. XX hasta mediados del siglo, cuando comenzó la actividad del Pozo Julia.
POZO JULIA
Este grupo minero de extracción vertical se encuentra muy próximo al núcleo urbano principal de Fabero y presenta un elevado interés patrimonial, por su estado de conservación, disposición y elementos, así como por su importancia tecnológica y empresarial. Su puesta en marcha, a principio de los años cincuenta del pasado siglo, responde al agotamiento de las reservas del Pozo Viejo, y su configuración espacial es propia de la evolución técnica de las explotaciones de carbón
POZO ALICIA
Este enclave se desarrolla en dos plataformas de terreno horizontales. La más alta cuenta con un espacio central, a modo de plaza, en cuyo centro se ubica el edificio de la bocamina. Alrededor de esta plaza se disponen varios almacenes y pabellones de trabajo, en su mayor parte de una sola altura. En la plataforma situada a cota inferior se extienden diversos edificios e instalaciones, como el lavadero, de hormigón armado y planta circular, utilizado para limpieza y decantación del mineral.
MINA NEGRÍN
Situada al sur de Fabero, conserva varios garajes y un economato, así como la distribución de las antiguas viviendas mineras; en un espacio cercano se ubican el lavadero, salas de máquinas y antiguas oficinas.
POBLADO DE DIEGO PÉREZ
Su creación responde a la necesidad de albergar a los trabajadores asociados a la actividad minera, que fueron acudiendo a Fabero en oleadas provenientes de otras zonas por causa de la fuerte industrialización de los años 40 y 50.
LÍNEAS DE BALDES E ITINERARIOS
Se incluyen en este enclave, como uno de los parámetros distintivos de la actividad de la minería del carbón, la huella de la movilidad del mineral a través de diversos itinerarios y entre enclaves y núcleos de población, pozos, térmicas, lavaderos, ferrocarril, y especialmente el sistema de cables aéreos o líneas de baldes, conocidos popularmente como «calderos» y sus torretas metálicas
La política de protección de paisajes mineros se enmarca en las iniciativas llevadas a cabo a nivel internacional desde los años 70, cuando se crea el Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (TICCIH). Habrá que esperar al siglo XXI para la redacción del corpus teórico en el que se basa la protección y conservación del patrimonio industrial y, específicamente, el minero. A nivel nacional, debemos citar la Carta de El Bierzo para la conservación del Patrimonio Industrial Minero (2008) o el Plan Nacional de Patrimonio Industrial (2011). En Castilla y León, el Plan PAHIS 2020 de intervención en el Patrimonio Cultural, incorpora programas de intervención y puesta en valor en este patrimonio industrial complejo.