El Bierzo Alto posee un entorno de extraordinaria belleza drenada por las aguas del río Sil y del río Boeza. Estos dos ríos dividen el Alto Bierzo en dos valles; el Valle del Sil y el Valle del Boeza.
Aunque existen vestigios más antiguos, el poblamiento actual del Valle del Boeza tuvo su origen en el proceso de repoblación medieval, entre los siglos IX y XI, al igual que Bembibre, hoy capital de la Cuenca. Bembibre significa “bien vivir” . En Bembibre es posible visitar la iglesia Parroquial de San Pedro, de origen románico. Sin embargo, el Santuario del Ecce Homo es el templo más significativo para los devotos del Valle del Boeza, quienes cada siete años, pasean en procesión el antiguo Cristo. También es posible visitar el interesante museo municipal Bierzo Alto para hacer un recorrido por la historia berciana, y observar los objetos más representativos de los usos y costumbres tradicionales de los antiguos bercianos, utensilios agrícolas, artesanía doméstica, utensilios de oficios rurales, antiguas prendas, así como lanzas o jabalinas de la época de Bronce Final y de la Primera Edad de Hierro.
El Valle del Sil, rico en yacimientos carboníferos, está en el límite con Asturias, se encuentra cortado por otros valles y riachuelos, en cuyas vertientes se asientan los pueblos desde la Edad Antigua. Prueba de ello son las pinturas rupestres y las majestuosas panorámicas de Librán, los sorprendes Castros, o los puentes romanos de Toreno y Páramo.
El Bierzo Alto es una tierra de contrastes dividida en dos valles. El viajero encontrará no solamente paisajes mineros, sino también vegetación exuberante, monumentos milenarios, pueblos históricos, una gastronomía tradicional, y un sin fin de posibilidades que le ayudarán a conocer un poco mejor El Bierzo.