Las Médulas, en el Bierzo, al noroeste de los Montes Aquilanos y junto al valle del río Sil, declaradas patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son un ejemplo único del sistema de minería aurífera romana. Los ingenieros de Roma utilizaban como sistema de explotación la “ruina montium”, o derribo de los montes que ha dejado en el Bierzo un paisaje inigualable.
Su estampa rojiza simula un paisaje sinuoso y de misterio donde se esconde el oro de los romanos. Las Médulas se convierte en un bello paisaje de gran gran atractivo paisajístico que reside tanto en las formas como en los contrastes de color y textura que las resaltan. Y de gran atractivo turístico, que se completa con la infraestructura museística de un aula arqueológica. Aquí se describe la época en la que mantuvo su actividad la mayor explotación aurífera a cielo abierto de todo el Imperio Romano.
El paisaje natural rojizo esta dominado por el bosque mediterráneo en el que abundan las encinas, madroños, alcornoques, rebollos y junto a ellos se intercalan los cultivos de huertas, viñas, sotos de castaños y nogales. Y especies con algún tipo de aprovechamiento, como es el caso del nogal, la vid, el peral, el manzano, el cerezo y el castaño, este último es el más emblemático del espacio.
Dentro del espacio, lagunas y lagos, como el Lago Sumido, la Laguna de Pinzais, Laguna Larga, y el de mayor extensión el Lago de Carucedo. El origen de estas acumulaciones de agua está relacionado con la explotación aurífera, que propició la formación de los mismos.
Descripción que del paraje hiciera Enrique Gil y Carrasco: «Esta montaña, horadada y minada por mil partes, ofrece un aspecto peregrino y fantástico por los profundos desgarrones y barrancos de barro encarnado que se han ido formando por el sucesivo hundimiento de las galerías subterráneas y la acción de las aguas invernizas, que la cruzan en direcciones inciertas y tortuosas. Está vestida de castaños bravos y matas de roble, y coronada aquí y allá de picachos rojizos y de un tono bastante crudo, que dice muy bien con lo caprichoso y extravagante de sus figuras. Su extraordinaria elevación y los infinitos montones de cantos negruzcos y musgosos que se extienden a su pie, residuo de las inmensas excavaciones romanas, acaban de revestir aquel paisaje con un aire particular de grandeza y extrañeza que causa en el ánimo una emoción misteriosa».
La Médulas se encuentran en el Término municipal Borrenes y Carucedo.