Julio y agosto de un año cualquiera ¿Qué está pasando en el mundo rural?
El rural parece que muere hasta que llega el verano y ese sentimiento desaparece. Los pueblos recuperan su vida, sus risas, sus calles con gente y, lo más importante, vuelve su juventud. Todo el mundo aprovecha los 15 días de vacaciones para escaparse, huir, de las grandes ciudades y volver a sus pueblos o, incluso, a pueblos de amigos.
Tranquilidad, libertad y plena naturaleza que te devuelve, por un instante, a un momento en el que nada importa pero, sin embargo, todo importa. Empiezas a prestar atención a tus vecinos, a tu entorno, intentas buscar soluciones a problemas de tu pueblo por lo que si, si importa todo, pero todo lo que debería ser realmente importante.
Ahora nos preguntamos si es verdad entonces que los pueblos están muertos o simplemente se nos ha privado de ellos con el objetivo de encontrar un buen trabajo para darle más oportunidades a los más pequeños.
Y nos surge una última pregunta ¿hasta cuando vamos a poder mantener esto? Vivimos en las ciudades porque nos dan más oportunidades pero a la mínima que tenemos un parón nos volvemos corriendo a los pueblos. Todo esto gracias a que durante el resto del año hay gente que sigue viviendo allí y lucha para mantenerlos día a día con vida. Tristemente cada vez son menos los que se quedan así que, la pregunta ¿no es si están muertos los pueblos la pregunta es hasta cuando seguirán vivos?